En la ciudad donde viví la mayor parte de mi vida hay un parque. Para mi es especial, y creo que puede llegar a serlo para cualquiera que se aventure a explorar sus diversos rincones. Si me preguntas te diré que la mejor manera de disfrutarlo es yendo sol@. Sin duda. Es así como puedes embriagar los cinco sentidos con toda su magia. Dejo una pequeña muestra fotográfica, algunas de las imágenes están retocadas para resaltar aun más su belleza. Ahí van:
Las dos últimas forman parte de un experimento que hice sentando una piruleta de corazón en un árbol 😊. La luz que se filtraba entre las ramas es la que provoca esa diferencia de luminosidad entre ambas fotos, y la que cambia llamativamente los colores del corazón.
Nota: estas fotos fueron sacadas con un móvil sencillo; no me quiero ni imaginar lo que se podría llegar a conseguir con una cámara profesional...
