viernes, 30 de noviembre de 2012

Dejar de querer para empezar a amar


Todos los seres humanos desean ser queridos. Pero ¿cuántos aman realmente? El verdadero amor actúa como un alquimista: convierte la ambición en altruismo y transforma el sufrimiento en felicidad.

Tal vez sea por la intensidad del frío. O quizás por una simple cuestión de tradición. Pero lo cierto es que enero es el mes preferido por los españoles para reflexionar sobre cómo marchan sus vidas. Después del despilfarro y la resaca navideños, muchos se refugian en el calor de sus hogares para hacer balance y fijar los clásicos propósitos de año nuevo.

Dejar de fumar. Estudiar inglés. Perder peso. Ir al gimnasio. Éstas son algunas de las promesas más comunes. Y dado lo difícil que nos parece cambiar de hábitos, damos por hecho que lo más importante es intentarlo. A malas, siempre podemos repetir el año que viene.

En paralelo, un nuevo propósito está emergiendo en el corazón de más seres humanos. Se trata de una promesa bastante menos concreta y mucho más intangible. A diferencia de otras, no suele pronunciarse, pues consiste en una práctica pacífica y silenciosa. Es el mayor de los compromisos que podemos hacer con nosotros mismos, y cumplirlo no requiere consejos ni estudios. Está por encima de cualquier otra meta. Ahora mismo, al menos una persona acaba de proponerse aprender a amar.

EL AMOR ES EL CAMINO

"Cuando el sabio señala la Luna, el necio mira el dedo" (proverbio chino)

Que hemos venido a este mundo a aprender a amar es una verdad ancestral. Se descubrió antes de que comenzara la historia de la filosofía. Zoroastro (630-550 antes de Cristo), Mahavira (599-527 antes de Cristo), Lao Tsé (570-490 antes de Cristo), Buda (560-480 antes de Cristo), Confucio (551-479 antes de Cristo), Sócrates (470-399 antes de Cristo), Jesucristo (1-33)... Todos los grandes sabios de la humanidad, cuyas enseñanzas dieron origen a las instituciones religiosas que conocemos hoy en día, dijeron esencialmente lo mismo: "Amar a los demás es el camino que lleva a los seres humanos a la felicidad".

Aunque muchos otros han seguido predicando con su ejemplo sobre el poder transformador del amor, pasan los años, las décadas y los siglos, y la gran mayoría de seres humanos seguimos sin saber amar. Aprender eso no entra en los planes de nuestro proceso de condicionamiento familiar, social, cultural, religioso, laboral, político y económico.

Como estudiantes nos hacen memorizar lo inimaginable. Luego nos preparan para ser profesionales productivos. Pero se olvidan de lo más básico. Así es como entramos en el mundo: sin saber gestionar nuestra vida emocional. Y si bien el éxito no es la base de la felicidad, ésta sí es la base de cualquier éxito. Por el contrario, desde pequeños nos hacen creer que el mundo está lleno de gente malvada. Que no hay que confiar en los desconocidos. Que lo importante es ocuparse de uno mismo e ir tirando. Así, el miedo, la frustración y el resentimiento van pasándose de generación en generación, creando una cultura basada en la desconfianza, la resignación y la insatisfacción.

MÁS ALLÁ DEL CONDICIONAMIENTO

"No es signo de salud el estar bien adaptado a una sociedad enferma" (Jiddu Krishnamurti)

La perversión de la naturaleza humana ha llegado hasta tal punto que a lo largo de este proceso de condicionamiento también escuchamos que la bondad es sinónimo de estupidez, pues uno siempre termina por arrepentirse de sus buenas acciones. Y que amarse a uno mismo es una conducta egoísta, propia de un narcisista. De ahí que hablar acerca del amor al prójimo suene ridículo.

Sean ciertas o no, todas estas creencias moldean nuestra percepción del mundo e influyen en nuestra forma de relacionarnos con los demás y con nosotros mismos. Y no se trata de culpar a nadie, sino de responsabilizarnos de nuestro proceso de cambio y crecimiento. Lo que está en juego es nuestra libertad para decidir quiénes podemos ser. Y aquí no hay maestros, sólo espejos donde vernos reflejados. En última instancia, dejar de existir como orugas y empezar a vivir como mariposas es una transformación que sólo depende de cada uno.

El reto consiste en cuestionar nuestras creencias, por más que atenten contra el núcleo de nuestra identidad. De ahí que este aprendizaje surja como una iniciativa personal, un compromiso a largo plazo en el que la conquista del verdadero amor se convierte en el camino y la meta. Y no se trata de una moda pasajera. El autoconocimiento y el desarrollo personal son procesos cada vez más aceptados por la sociedad. Al haber tanta oferta y tratándose de un asunto tan íntimo y delicado, su utilidad dependerá de lo bien que sepamos elegir.

LOS ENEMIGOS DEL AMOR

"El amor es la ausencia de egoísmo" (Erich Fromm)

Según las leyes de la evolución, todo empieza con el conocimiento (información veraz). Luego viene la comprensión (experiencia personal). Sólo así es posible aceptar (dejar de reaccionar negativamente frente a lo que sucede) para poder finalmente amar (dar lo mejor de nosotros en cada momento). Por el camino hemos de vencer a nuestro mayor enemigo: nosotros mismos (nuestro mecanismo de supervivencia emocional, más conocido como ego). Para lograrlo es necesario ser sinceros (no autoengañarnos), humildes (reconocer nuestros errores), valientes (atrevernos a enmendarlos) y perseverantes (comprometernos con nuestro proceso de aprendizaje).

El miedo (a que nos hagan daño), el apego (de perder lo que tenemos) y la ira (de no conseguir lo que deseamos) nos esperan a la vuelta de la esquina. Un poco más lejos se esconde nuestra ignorancia (el desconocimiento de nuestra verdadera naturaleza), la causa última de nuestro egoísmo (tendencia antinatural que corrompe la actitud de los seres humanos), que es precisamente el que nos impide amar, que es nuestra esencia.

Igual que no tenemos que hacer nada para ver, no tenemos que hacer nada para amar. Tanto la vista como el amor son atributos naturales e inherentes a la condición humana. Nuestro esfuerzo consciente debe centrarse en eliminar todas las obstrucciones que nublan y distorsionan nuestra manera de pensar, sentir y ser, como el estrés, la negatividad, el victimismo, el odio, la desconfianza, la vanidad, la envidia, la arrogancia, la preocupación, la intolerancia, la cobardía, la avaricia, la indolencia, el orgullo, la impaciencia, la culpa, la tristeza...

DIFERENCIA ENTRE QUERER Y AMAR

"El amor es lo único que crece cuando se reparte" (Antoine de Saint-Exupèry)

Todos los vicios de la mente son fruto de interpretar de forma egocéntrica la realidad, una actitud impulsiva e inconsciente que nos impide aceptar lo que sucede tal como viene y a los demás tal como son. Ésta es la causa real de todo nuestro sufrimiento, que además nos encierra en un círculo vicioso muy peligroso. Para poder amar, primero hemos de albergar amor en nuestro corazón.

En este caso, el problema es en sí mismo la solución. Y lo primero que debemos saber es qué es el amor. No al que estamos tan acostumbrados, sino al de verdad. Porque una cosa es querer, y otra muy distinta, amar. Querer es un acto egoísta; es desear algo que nos interesa, un medio para lograr un fin. Amar, en cambio, es un acto altruista, pues consiste en dar, siendo un fin en sí mismo. Queremos cuando sentimos una carencia. Amamos cuando experimentamos plenitud. Mientras querer es una actitud inconsciente, relacionada con lo que está fuera de nuestro alcance, amar surge como consecuencia de un esfuerzo consciente, que nos hace centrarnos en lo que sí depende de nosotros.

Cuando uno ama no culpa, ni juzga, ni critica, ni se lamenta. Los que aman intentan dejar un poso de alegría, paz y buen humor en cada interacción con los demás, por muy breve que sea. Amar también es aceptar y apoyar a las personas más conflictivas, porque son precisamente las que más lo necesitan. Amar de verdad es sinónimo de profunda sabiduría, pues implica comprender que no existe la maldad, tan sólo ignorancia e inconsciencia. La paradoja es que el amor beneficia primeramente al que ama, no al amado. Así, el amor sana y revitaliza la mente y el corazón de quien lo genera. Por eso recibimos tanto cuando damos.

TODOS SOMOS UNO

"Creo que la verdad desarmada y el amor incondicional tendrán la última palabra" (Martin Luther King)

Para saber si hemos aprendido a amar, tan sólo hemos de echar un vistazo a nuestra forma de comportarnos con los demás. No en vano, la relación que mantenemos con todas las personas que forman parte de nuestra vida es un reflejo de la relación que estamos cultivando con nosotros mismos. Como lo expresa el filósofo Darío Lostado: "Si no te amas tú, ¿quién te amará? Si no te amas a ti, ¿a quién amarás?".

Al darnos cuenta de que lo que les hacemos a los demás nos lo hacemos a nosotros mismos primero, tomamos conciencia de lo estrechamente unidos que estamos todos los seres humanos. No en vano, las etiquetas con las que subjetivamente describimos y dividimos la realidad son sólo eso, etiquetas. Y por muy útiles y necesarias que sean para manejarnos en el día a día, no deben separarnos de nuestra verdadera naturaleza: el amor incondicional.

Igual que los árboles ofrecen sus frutos cuando crecen en condiciones óptimas, los seres humanos emanamos amor cuando nos liberamos de todas nuestras limitaciones mentales. De ahí que si queremos saber cuál es la mejor actitud que podemos tomar en cada momento, tan sólo hemos de responder con nuestras palabras y acciones a la siguiente pregunta: ¿qué haría el amor frente a esta situación?

                                                                                          BORJA VILASECA 18 ENE 2009

jueves, 29 de noviembre de 2012

Receta





Cookies de Nutella

Ingredientes:

1 Huevo
100 gramos de Azúcar
140 gramos de Harina
250 gramos de Nutella

¿Cómo hacemos?

1. Precalentar el horno a 175 grados. Forrar la bandeja con papel albal o una hoja de papel de hornear.

2. En un bowl batir el huevo junto con el azúcar (no hace falta ningún artilugio eléctrico). Añadir la harina y amasar con una espátula (no importa que queden grumos). Aquí los niños pueden “marear” la masa todo lo que quieran. Después incorporar la Nutella y seguir amasando.

3. Hacer bolitas de unos 2 centímetros, y poner a vuestros pinches a hacer albóndigas. Disponerlas en la bandeja con unos 4 cm de separación y aplastar con un vaso. Mucho si se quieren crujientes, menos si se prefieren masticables.

4. Hornear durante unos 8 minutos.

Y ya podéis disfrutar de una sabrosa merienda... para chuparse los dedos!








miércoles, 28 de noviembre de 2012

"Para educar a un niño hace falta la tribu entera"



... dice un viejo proverbio africano.


lunes, 26 de noviembre de 2012

Sombras chinescas

Puedes pasar un rato estupendo proyectando sombras en la pared del cuarto de tu pequeño. Da pie a contar muchas historias, y sobre todo a crear momentos mágicos entre ambos. ¡Ah!, acabo de leer que, a pesar de su nombre, este juego no proviene de China, sino de la isla de Java, y se remonta a aprox. 5.000 años a.C. Interesante.




miércoles, 21 de noviembre de 2012

Cuando éramos niños


Cuando éramos niños

los viejos tenían como treinta

un charco era un océano

la muerte lisa y llana

no existía.


luego cuando muchachos

los viejos eran gente de cuarenta

un estanque era un océano

la muerte solamente

una palabra.


ya cuando nos casamos

los ancianos estaban en los cincuenta

un lago era un océano

la muerte era la muerte

de los otros.


ahora veteranos

ya le dimos alcance a la verdad

el océano es por fin el océano

pero la muerte empieza a ser

la nuestra.

                Mario Benedetti

sábado, 17 de noviembre de 2012

Usted

Usted
que es una persona adulta
- y por lo tanto
sensata, madura, razonable,
con una gran experiencia
y que sabe muchas cosas-,
¿qué quiere ser cuando sea niño?.

                        Jairo Aníbal Niño

viernes, 16 de noviembre de 2012

Cerca del Retiro hay un lugar mágico donde poder rendirse a la imaginación. Se llama La Bolsa Mágica, y su creadora cuenta en su página la historia de este proyecto, dirigido a despertar la creatividad de los pequeños por medio de talleres, cuentacuentos, etc, ... Estoy deseando que Laura crezca para llevarla!


domingo, 11 de noviembre de 2012





"Y una mujer que sostenía un bebé contra su pecho dijo:
Háblanos de los hijos.
Y él contestó:
Vuestros hijos no son vuestros hijos.
Ellos son los hijos y las hijas de la Vida que trata de llenarse a si misma.
Ellos vienen a través de vosotros, pero no de vosotros.
Y aunque ellos están con vosotros no os pertenecen.
Les podéis dar vuestro amor, pero no vuestros pensamientos,
porque ellos tienen sus propios pensamientos.
Podéís dar habitáculo a sus cuerpos, pero no a sus almas,
pues sus almas habitan en la casa del mañana, la cual no se puede visitar ni tan siquiera en los sueños.
Podéís anhelar ser como ellos, pero no luchéís para hacerlos como sois vosotros,
porque la vida no marcha hacia atrás y no se mueve con el ayer.
Vosotros sois los arcos con los que vuestros hijos, como flechas vivientes, son lanzados a la Vida.
El Gran Arquero ve la diana en el camino del infinito, y dobla el arco con su poder, y sus flechas pueden ir rápidas y lejos.
Haced que la forma en que dobléís el arco en vuestras manos sea para alegría.
Él también, además de amar la flecha que vuela, ama el arco que es estable."

                                                                                                     K. Gibran


   María Montessori  se cuestionaba sobre el futuro de la humanidad. Decía que la “salvación se encuentra en el niño”. Vivió y trabajó para y por sus convicciones de que el niño era un ser diferente y que había que ayudarlo a desarrollarse.

   Trabajó con niños considerados perturbados mentalmente. Se dio cuenta de que estos niños tenían potencialidades que, aunque estaban disminuidas, podían ser desarrolladas, y que eran dignos de una vida mejor sin representar una carga para la sociedad. En este momento decidió dedicarse a los niños por el resto de su vida. Observó a los niños de una institución para niños “ineducables” jugando con las migajas de la comida, porque no había ningún objeto más en el sitio. Vio que no se las comían, sino que las manipulaban, y se dio cuenta de que lo que les hacía falta eran objetos para tocar, que el ser humano tiene necesidad de actividad, de realidad, de cultivar su inteligencia y personalidad.

   Principios básicos del método Montessori:

  • La mente absorbente de los niños: La mente de los niños posee una capacidad maravillosa y única, tiene la capacidad de adquirir conocimientos absorbiendo. Lo aprenden todo inconscientemente, pasando poco a poco del inconsciente a la conciencia. Se les compara con una esponja, con la diferencia que la esponja tiene una capacidad de absorción limitada, mientras que la mente del niño es infinita.
  • Los períodos sensibles: Se refiere a los períodos en los cuales los niños pueden adquirir una habilidad con mucha facilidad. Se trata de sensibilidades que permiten a los niños ponerse en relación con el mundo externo de un modo excepcional, estos momentos son pasajeros y se limitan a la adquisición de un determinado conocimiento.
  • El ambiente preparado: Se refiere a un ambiente que se ha organizado cuidadosamente para el niño, diseñado para fomentar un mejor aprendizaje y crecimiento. En él se desarrollan los aspectos sociales, emocionales e intelectuales y responden a las necesidades de orden y seguridad. El diseño de estos ambientes se basa en los principios de belleza y orden. Son espacios luminosos y cálidos, que incluyen lenguaje, plantas, arte, música y libros. 
  • El papel del Adulto: El papel del adulto en la Filosofía Montessori es guiar al niño, darle a conocer un ambiente bueno y cómodo. Ser un observador, estar en continuo aprendizaje y desarrollo personal. El verdadero educador está al servicio del niño, y debe de cultivar en él la humildad, la responsabilidad y el amor.


sábado, 10 de noviembre de 2012

Mozart

Una forma estupenda para que los bebés aprendan jugando la sílaba "pa" es ponerles la composición Papageno de "La Flauta Mágica" de Mozart.


Buenas noches: hoy es un buen día para empezar a añadir entradas en mi blog. Tengo muchas cosas en la cabeza que pueden llenarlo de contenido, pero he decidido centrarme sobre todo en el mundo de los niños y sus múltiples facetas: educación, libros, ilustraciones, planes para realizar en familia, etc, etc... Lo que se me vaya ocurriendo lo iré guardando en este pequeño hueco que me brinda la red. Bueno, la idea también es compartir estas cosas con cibernautas interesados en lo que cuento  ;)
Allá vamos, pues...